La DOC Rioja reúne a 600 bodegas, de las que 300 han respondido a las encuestas de 66 preguntas. El estudio se completa con la celebración de ocho grupos de discusión, que reunieron a más de 50 personas, y con quince entrevistas en profundidad a diferentes implicados en el tema, fundamental para la economía riojana. Todo ello para «conocer la situación actual, hacia dónde van nuestras bodegas y saber cuáles son los retos a los que nos obliga la constante evolución del mercado para sentar las bases de las futuras estrategias que se deben abordar en materia de formación, marketing y gestión», explicó Íñigo Nagore, consejero de Agricultura.
El estudio parte de la constatación de que en La Rioja existen tres tipos de bodegas claramente diferenciadas: las microbodegas, es decir, aquéllas que facturan menos de 600.000 euros al año, y que representan un 60% del total (360 en número absoluto); las pequeñas y medianas, que facturan entre 600.000 y 1,5 millones de euros y son un 22% (130); y las grandes, que superan esos 1,5 millones y son el 18% restante (110).
En términos globales, el estudio permite apuntar que las bodegas «tienen su punto fuerte en la producción», afirmó Nagore, por lo que es evidente «la necesidad de reforzar áreas como la gestión y la comunicación», añadió el consejero y ratificó posteriormente Ignacio Blanco, presidente del Club de Marketing.
Blanco explicó que el estudio se ha basado en cuatro ejes fundamentales: la imagen que de la marca 'Rioja', los sistemas de gestión de las bodegas, los canales de comercialización, y la comunicación y el enoturismo. Sobre el primero de los aspecto resaltó que «la visión de la marca 'Rioja' es magnífica en el sector». Los bodegueros la consideran muy beneficiosa y colocan al Consejo como la institución más valorada en el trabajo de su promoción, seguida de la Universidad de La Rioja, el Club de Marketing y la Consejería de Agricultura, «pero todas ellas con una alta valoración».
Los bodegueros fueron preguntados también sobre cómo verían que la marca 'Rioja' englobara otros productos. Ahí hubo una clara división de opiniones, con un 50% a favor y el otro 50, en contra.
En relación con la marca, el 87% de las bodegas consideran necesario seguir trabajando en la promoción, «pero cuando se trata de que tengan que poner dinero de forma individual, sólo un tercio considera que hay que invertir en la promoción del sector del vino», resaltó Blanco.
Otro de los puntos que aborda el estudio, la comercialización, depara datos no menos llamativos que los anteriores como que la mayoría de las bodegas carecen de estructuras comerciales. El 58% de ellas no tiene vendedores y el 57% carece de distribuidores. «Es el propietario el que hace esas funciones», afirmó Blanco, quien añadió que «el 81% se apoya en redes de distribución, no tienen una red propia».
Déficit en idiomas.
Aunque la venta de vino ha caído en un 6%, cifra inferior al resto de las bebidas, se ha detectado en el estudio que hay una tendencia de «vuelta al hogar» en el consumo así como que «las tiendas de alimentación son un canal importante de venta». En el caso de las microbodegas, un tercio de la venta se realiza en la propia empresa.
En cuanto a los mercados, el 74% de las bodegas medianas y grandes exporta a Europa -aunque sólo la mitad cuenta con una persona dedicada a este área-. En el capítulo de la exportación es donde se detecta una de las carencias fundamentales del sector, ya que queda clara la necesidad de «reforzar los idiomas», sobre todo ahora que 'Rioja' comienza a tener más peso en el mercado asiático y en el estadounidense.
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