Por esa razón, la organización trabaja con los sectores implicados para darle un valor añadido a sus productos, consiguiendo caldos elaborados con uva ecológica y tapados con corcho FSC. Ya hay cuatro bodegas, 20 viticultores, 15 propietarios de alcornocales y tres industrias de tapones de corcho formando parte de esta iniciativa de WWF, que extiende su actividad a Andalucía, Cataluña, Extremadura, Comunidad Valenciana, Islas Canarias y Castilla-La Mancha
Beneficios ambientales
Los beneficios ambientales obtenidos con esta fórmula son varios: de un lado, la producción ecológica garantiza al consumidor que se ha practicado una agricultura carente de químicos y con baja intensidad en la transformación del terreno, lo cual la hace más beneficiosa para la fauna y la flora silvestre y para la conservación de los suelos y la calidad del agua.
Por el otro lado, el sello FSC asegura que la gestión de los alcornocales se ha realizado de manera responsable, garantizando la conservación de estos bosques. Además, al dar valor a los montes de alcornoque mediante la extracción del corcho, se evita que éstos puedan ser transformados a otros usos con la excusa de la baja rentabilidad. Hay que tener en cuenta que los alcornocales son uno de los ecosistemas más ricos en biodiversidad de toda Europa y que España y Portugal son los dos estados con mayor superficie cubierta por ellos.
Para Juan Carlos del Olmo, secretario General de WWF España, "el mercado tiene un papel crucial a la hora de impulsar el éxito de este tipo de iniciativas, que pretenden garantizarle al medio rural un futuro viable". Para el máximo responsable de WWF, es importante devolver actividad al medio rural e intentar que ésta sea lo más sostenible posible, ya que la conservación de los recursos naturales y la biodiversidad depende de la forma en que agricultores y selvicultores gestionan sus fincas.
Para Del Olmo, la producción de vino y corcho ecológico genera alimentos de calidad, ingresos a los productores y, además, una naturaleza más viva. En el mismo sentido, se manifestó durante la celebración del acto el director general de Desarrollo Sostenible del Medio Rural del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Jesús Casas: "No sólo se crean alimentos de calidad, sino que también se crea territorio y paisaje" afirmó al presentar la cata de vinos ecológicos.
El responsable ministerial afirmó que en un mundo globalizado es fundamental buscar los elementos diferenciales y ponerlos en valor. "El mundo agrario, ahora mismo, se enfrenta a una dicotomía: o se intensifica apostando por la alta producción uniforme, o vuelve al territorio y busca la calidad y el carácter propio".
Casas se negó a aceptar que la única vía sea intentar competir en los mercados internacionales donde priman la alta producción y el bajo coste y donde la calidad no es un valor tan importante y, por el contrario, defendió que "el futuro está en construir territorio y alianzas", para poner en valor las cosas pequeñas, con alto valor añadido.
"Se debe llegar a una alianza entre productores y consumidores" para apostar por este tipo de iniciativas que ayudan a la economía y a la conservación a largo plazo del medio rural, afirmó. "Al defender este tipo de agricultura no se trata de decir que hay que volver a hacer todo como antes. Hay que aportar invención y tecnología, pero está claro que hay que defender lo propio y lo que tiene calidad y hay que renunciar a grandes soluciones impuestas desde arriba que normalmente son como un tsunami para el medio rural". afirmó.
Casas concluyó admitiendo que el momento actual de crisis global supone también una encrucijada para el campo: "Estamos en una crisis de concepto. Lo que servía antes ya no vale. Hay que pensar y arriesgarse, pero la administración no debe estar para imponer desde arriba lo que hay que hacer, pero sí para guiar y apoyar buenos proyectos como éste", afirmó. |