En el siglo XV, hay constancia de la categoría de los vinos de Madrid a través de citas literarias como las del Arcipreste de Hita, y se sabe que muchos de los vinos que se consumieron en el reinado de Felipe IV eran de alrededor de Madrid.
Tras el reconocimiento de la Denominación Vinos de Madrid en 1990, las bodegas se proponen trabajar para producir vinos de calidad a precios razonables. Y a día de hoy la D.O. está formada por 45 bodegas –en muchos casos visitables extendidas en tres subzonas: Arganda, Navalcarnero y San Martín de Valdeiglesias, cuya tradición vitivinícola deja constancia en sus vinos a través de las variedades de uva empleadas: Airen, Albillo, Malvar, Parrellada, Torrontes, Viura y Moscatel de grano menudo para los blancos, y Cauvernet Sauvignon, Garnacha, Merlot, Tempranillo y Syrah para los tintos, y cuyo resultado sorprende por la excelente calidad de sus cosechas y en definitiva de sus caldos que cada día son mas reconocidos y premiados.
Los vinos de Madrid salen al mercado con diferentes tipos: Joven, Crianza, Reserva, Gran Reserva, Sobremadre y Espumoso, y tras décadas de fuertes cambios, afrontan el nuevo siglo con un panorama de gran competencia de vinos de todo el país.
El esfuerzo por ganarse el puesto histórico que les corresponde está de nuevo respaldado por una ansiada y recuperada calidad. Las bodegas toman conciencia de la necesidad de ofrecer vinos con buena relación calidad-precio y este esfuerzo se transmite de inmediato al consumidor. La consecuencia más directa es una presencia cada vez más destacada de los vinos de Madrid tanto en los mercados locales como en otras zonas españolas, sin olvidar que las exportaciones al extranjero están teniendo cada vez un éxito mayor.
La última década ha sido crucial en la consolidación de esta tendencia, ya que en el siglo XXI los vinos de Madrid compiten en las cartas de los mejores restaurantes. Este hecho es importante no solo por el incremento en el consumo de estos vinos de calidad. Las previsiones auguran un consumo creciente en los hogares, siguiendo la línea europea.
Madrid, Golf en estado puro
Los golfistas madrileños tienen muy a mano el disfrute de estos vinos, tanto para celebrar los éxitos sobre el campo como para dulcificar esos días aciagos en los que ningún golpe sale como esperamos y la tarjeta acaba plagada de bogeys.
Como es sabido, Madrid es la primera Comunidad española por número de licencias, casi 100.000, y en la región se sitúan muchos de los mejores campos de España, como el Club de Campo Villa de Madrid, la Real Sociedad Hípica Club de Campo, La Moraleja o La Herrería, junto a otros no tan conocidos pero cuyo descubrimiento deja gratamente sorprendido al aficionado, como Las Rejas Open Club, en Majadahonda, La Dehesa, en Villanueva de la Cañada, o el más nuevo, El Encín Golf. Así, hasta completar una nómina de casi 30 recorridos, tanto de hoyos largos como pares 3 de excelente diseño y condiciones retadoras para todo tipo de jugadores.
Si a esto le añadimos que casi a la distancia de un buen drive podemos degustar un buen caldo de la región, hacer enoturismo o visitar alguno de los muchos
espacios naturales, culturales o lúdicos que ofrece Madrid, la elección es fácil.
Si quiere saber más sobre los campos de golf que están distribuidos por nuestra región, acceda al buscador de la Federación de Golf de Madrid, a través de su página web: www.fedgolfmadrid.com.
Desde www.vinosalacarta.com les proponemos que, a través de nuestras bodegas colaboradoras, descubran los campos de golf de su entorno, para desarrollar esa perfecta unión entre el golf y el vino, practicando enoturismo, conociendo y degustando el vino de la zona después de un buen partido de golf.
|