El vino blanco, ha aumentado con el tiempo su consumo y su posicionamiento en el mercado y sin ninguna duda, dia a dia, permite ir descubriendo las posibilidades que ofrecen sus caldos.
Su producción nos llega a traves de las uvas verdes y de uvas tintas en cuyo proceso de fermentación se evita en todo momento el contacto del hollejo y las pepitas con el mosto originando asi, unos vinos llenos de sabores y aromas y cuyo tono final es dorado verdoso.
Podemos clasificar estos vinos dependiendo del tiempo de producción en dos tipos de vinos: vinos "jóvenes", que son vinos destinados a su consumo dentro de ese año y vinos "crianza", que son vinos con madera, producidos bien en barrica o bien en deposito, en este caso son posteriormente pasados a barrica.
En los vinos blancos, es fundamental la temperatura a la que se consumen. Si se trata de vinos jóvenes su correcto consumo estaría entre los 7 y los 10 grados y si por el contrario se trata de vinos crianza, su temperatura de consumo correcta, sería entre 10 y 12 grados. De esta manera obtendremos el maximo rendimiento de estos caldos.
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